Después de India, llegar a Malaysia fue sinceramente un contraste que no esperaba en este viaje, dada mi completa ignorancia con respecto a este país, decidí dejarlo así, no investigué nada de Malaysia antes de llegar y me ofrecí por completo a la sorpresa.
Me considero un tipo afortunado, hacer este viaje, conocer estos lugares, vivir estas experiencias es algo que jamás en mi vida hubiera pensado. Las últimas 3 semanas estuve trabajando para una empresa de Kuala Lumpur, pasar tanto tiempo en una ciudad me ayudó mucho para entender un poco mejor la dinámica de una ciudad que de otra manera, sinceramente creo que hubiera pasado desapercibida. Kuala Lumpur es una ciudad que hace honor a grandes arquitectos, sus rascacielos parecen ser el mayor orgullo de la ciudad, aunque para mi, si tuviera que resaltar un orgullo de esta ciudad, sería: Tolerancia.
Sonará un poco ( o un mucho ) a cliché, pero lo mejor de Malaysia, es su gente, sobre todo después del tiempo que pasé en Kuala Lumpur, me di cuenta que son gente tremendamente cercana, amigable y servicial, ahora siento que hice muy buenos amigos, gente que sin duda quiero volver a ver y que me ofreció su tiempo y confianza para - sin duda alguna - mejorar mi experiencia.
Malaysia no es un país tan barato como India o Tailandia, de hecho se parece más al costo de vida de un país europeo, así que acabó un poco con mi presupuesto, pero al tener trabajo, pues la verdad es que no me importó tanto y me dediqué a disfrutar el país sin pensar tanto en los estragos presupuestarios.